sábado, 16 de mayo de 2015

APRENDEMOS SUPERVIVENCIA

Todos sabemos que poca precaución es poca y por eso os vamos a proporcionar unos pequeños trucos y consejos para que salir de acampada sea ¡lo más seguro que se pueda!

La supervivencia deportiva es un deporte de aventura con múltiples facetas, ya que requiere conocimientos de técnicas de variadas disciplinas (orientación, escalada...) y del medio (botánica, meteorología...) que nos permitan desenvolvernos en la naturaleza, reconocer y aprovechar sus recursos y evitar sus peligros. La práctica de este deporte fortalece el cuerpo y la mente y aumenta la seguridad en nosotros mismos, nuestra capacidad de improvisación, de lucha por la existencia y nos prepara para una situación de supervivencia real.


Incluso en la era de las telecomunicaciones, cuando todo el globo terrestre está fotografiado y cartografiado, existen zonas salvajes a las que nuestra civilización no ha llegado y en las cuales no tendremos dónde enchufar el microondas ni podremos dormir en un colchón Flex. Pero no nos engañemos, nadie está totalmente preparado para enfrentarse al violento choque mental y emocional que supone encontrarse abandonado y solo en un lugar remoto. Las técnicas de supervivencia nos AYUDARÁN A VENCER AL MEDIO.

No hay manual de supervivencia que se precie que no incluya un listado con los artículos más útiles para sobrevivir en la naturaleza. Lo que siempre habría que llevar si sabes que vas a visitar una zona peligrosa es:
Una manta de supervivencia. Se trata de una fina lámina que normalmente es plateada por una cara y dorada por otra y que, al cubrirnos con ella, nos devuelve reflejado nuestro propio calor
Una pequeña linterna de dinamo. Funciona sin pilas agitándola o girando una manivela.
Anzuelos de varios tamaños, un rollo de sedal. Cuando practiquemos supervivencia deportiva no podemos utilizar las técnicas de caza y pesca prohibidas, pero sí pescar conforme a la ley improvisando una caña con una vara larga. No debemos olvidarnos de llevar la licencia de pesca en regla.
Rollo de cordel resistente y unos metros (3 ó 4) de cuerda resistente que puede servirnos para improvisar el refugio.
Una navaja pequeña y afilada
Unas tiritas, una venda, un rollo de esparadrapo y alcohol en un pequeño frasco de plástico.
Una aguja de coser fina y otra fuerte con hilo. No es para cosernos las heridas, sino para reparar nuestra ropa o el equipo con el hilo o el sedal de pesca, mas resistente.
Pedernal y eslabón para encender fuego. Si no tenemos, podemos sustituirlo por cerillas en un recipiente impermeable y/o mechero.
Un par de señales de humo o bengalas para que nos localicen si nos están buscando.
Un poco de azúcar, leche en polvo, café o té según nuestras preferencias.
• Un par de dosis de bebida isotónica en polvo para mezclar con agua y recuperar energías.
• Un par de bolsas de comida liofilizada. Si lo perdemos todo y estamos desamparados, al menos el primer día tendremos el estómago lleno mientras buscamos una solución. Sólo hay que echar el contenido de las bolsas en agua y calentarlo. Podemos sustituirlo por papilla en polvo para bebés; es menos “profesional”, pero más fácil de encontrar y más barato.
• Un silbato y un espejo para señales de emergencia si necesitamos ser rescatados.
Todo esto ocupa poco espacio. Cualquier cosa de este kit que vaya a necesitar habitualmente yo la guardaría por duplicado en un bolsillo de la mochila, y mantendría el kit intacto para un caso de emergencia.

EL EQUIPO DE SUPERVIVENCIA DEBEMOS CONFECCIONARLO EN FUNCIÓN DEL ENTORNO Y DE LAS CIRCUNSTANCIAS.

Y como no, siempre hay que saber hacerse un buen refugio por si se hace de noche y nos toca quedarnos a dormir a la intemperie.

Nosotros os vamos a enseñar como se haría un refugio improvisado. Estos refugios son los que construimos con los materiales que encontramos en la naturaleza o que llevamos en nuestro equipaje. Como por ejemplo:

Refugio con una lámina de plástico. Si disponemos de una lámina de plástico suficientemente grande podemos improvisar un refugio tendiendo una cuerda entre dos árboles y colocando la lámina como una tienda de campaña clásica. En los extremos envolveremos unas piedras que luego sujetaremos con unas horquillas de madera o las anudaremos y las afirmaremos con cuerdas y piquetas improvisadas con unos palos de madera resistente. Si cavamos una zanja alrededor evitaremos que nos anegue el agua en caso de tormenta.

Ya sabéis, si os ha parecido interesante y queréis aprender más trucos de supervivencia ¡no dudes en venir a nuestra escuela y pedirnos información para los cursos! os aseguramos que merecen la pena.




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