Todos sabemos que poca
precaución es poca y por eso os vamos a proporcionar unos pequeños trucos y
consejos para que salir de acampada sea ¡lo más seguro que se pueda!
La
supervivencia deportiva es un deporte de aventura con múltiples facetas, ya que
requiere conocimientos de técnicas de variadas disciplinas (orientación,
escalada...) y del medio (botánica, meteorología...) que nos permitan
desenvolvernos en la naturaleza, reconocer y aprovechar sus recursos y evitar
sus peligros. La práctica de este deporte fortalece el cuerpo y la mente y
aumenta la seguridad en nosotros mismos, nuestra capacidad de improvisación, de
lucha por la existencia y nos prepara para una situación de supervivencia real.
Incluso en la
era de las telecomunicaciones, cuando todo el globo terrestre está fotografiado
y cartografiado, existen zonas salvajes a las que nuestra civilización no ha
llegado y en las cuales no tendremos dónde enchufar el microondas ni podremos
dormir en un colchón Flex. Pero no nos engañemos, nadie está totalmente
preparado para enfrentarse al violento choque mental y emocional que supone
encontrarse abandonado y solo en un lugar remoto. Las técnicas de supervivencia
nos AYUDARÁN A VENCER AL MEDIO.
No hay manual
de supervivencia que se precie que no incluya un listado con los artículos más
útiles para sobrevivir en la naturaleza. Lo que siempre habría que llevar si
sabes que vas a visitar una zona peligrosa es:
•Una manta
de supervivencia. Se trata de una fina lámina que normalmente es plateada
por una cara y dorada por otra y que, al cubrirnos con ella, nos devuelve
reflejado nuestro propio calor
•Una pequeña
linterna de dinamo. Funciona sin pilas agitándola o girando una manivela.
•Anzuelos de
varios tamaños, un rollo de sedal. Cuando practiquemos supervivencia
deportiva no podemos utilizar las técnicas de caza y pesca prohibidas, pero sí
pescar conforme a la ley improvisando una caña con una vara larga. No debemos
olvidarnos de llevar la licencia de pesca en regla.
•Rollo de cordel resistente y unos metros (3 ó 4) de cuerda
resistente que puede servirnos para improvisar el refugio.
•Una navaja
pequeña y afilada
•Unas
tiritas, una venda, un rollo de esparadrapo y alcohol en un pequeño
frasco de plástico.
•Una aguja
de coser fina y otra fuerte con hilo. No es para cosernos las heridas, sino
para reparar nuestra ropa o el equipo con el hilo o el sedal de pesca, mas
resistente.
•Pedernal y
eslabón para encender fuego. Si no tenemos, podemos sustituirlo por
cerillas en un recipiente impermeable y/o mechero.
• Un par de
señales de humo o bengalas para que nos localicen si nos están buscando.
• Un poco de
azúcar, leche en polvo, café o té según nuestras preferencias.
• Un par de
dosis de bebida isotónica en polvo para mezclar con agua y recuperar
energías.
• Un par de
bolsas de comida liofilizada. Si lo perdemos todo y estamos
desamparados, al menos el primer día tendremos el estómago lleno mientras
buscamos una solución. Sólo hay que echar el contenido de las bolsas en agua y
calentarlo. Podemos sustituirlo por papilla en polvo para bebés; es menos
“profesional”, pero más fácil de encontrar y más barato.
• Un silbato
y un espejo para señales de emergencia si necesitamos ser rescatados.
Todo esto ocupa
poco espacio. Cualquier cosa de este kit que vaya a necesitar habitualmente yo
la guardaría por duplicado en un bolsillo de la mochila, y mantendría el kit
intacto para un caso de emergencia.
EL EQUIPO DE SUPERVIVENCIA DEBEMOS CONFECCIONARLO EN FUNCIÓN DEL ENTORNO Y DE LAS CIRCUNSTANCIAS.
Y como no, siempre hay
que saber hacerse un buen refugio por si se hace de noche y nos toca quedarnos
a dormir a la intemperie.
Nosotros os vamos a
enseñar como se haría un refugio improvisado. Estos refugios son los que
construimos con los materiales que encontramos en la naturaleza o que llevamos
en nuestro equipaje. Como por ejemplo:
Refugio con una
lámina de plástico. Si disponemos de una lámina de plástico suficientemente
grande podemos improvisar un refugio tendiendo una cuerda entre dos árboles y
colocando la lámina como una tienda de campaña clásica. En los extremos
envolveremos unas piedras que luego sujetaremos con unas horquillas de madera o
las anudaremos y las afirmaremos con cuerdas y piquetas improvisadas con unos
palos de madera resistente. Si cavamos una zanja alrededor evitaremos que nos
anegue el agua en caso de tormenta.
Ya sabéis, si
os ha parecido interesante y queréis aprender más trucos de supervivencia ¡no
dudes en venir a nuestra escuela y pedirnos información para los cursos! os
aseguramos que merecen la pena.
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